miércoles, 30 de enero de 2013

Paradoja evolutiva


Desde los orígenes del ser humano, nuestra dieta, ha variado tanto como las estaciones climáticas, el medio que nos rodea, las necesidades energéticas, la agrupación o dispersión de alimentos,  la competencia entre especies, la predación etc.  Lo que nos ha otorgado la capacidad de adaptarnos morfológicamente y aprehender nuevos hábitos, fundamentales para la adquisición de nutrientes, entre ellos la creación de herramientas y la transformación de los alimentos, que nos ha permitido satisfacer nuestras necesidades energéticas y nos ha convertido en los omnívoros que somos.


Así pues, la evolución de nuestra dieta en la que Inicialmente fuimos frugívoros, sucesivamente insectívoros y carroñeros, entre otros cambios, aumentó el tamaño de nuestro cerebro debido a la mayor complejidad de las estrategias para obtener alimentos y redujo el tamaño de los intestinos, antes dedicados únicamente a procesar grandes cantidades de fibra, pues fue la introducción de la proteína de origen animal, fundamental para la evolución de nuestro sistema digestivo, al proporcionar un  equilibrio y variedad en las fuentes de nutrientes;  éste  incremento del consumo de carne no afectó la alimentación que hasta entonces teníamos, ya que continuamos alimentándonos también de frutos, semillas, tubérculos e insectos.


La diversificación de las formas de alimentación supuso un elemento de desarrollo fundamental para el futuro de nuestro genero, el perfeccionamiento de herramientas no solo permitió un tipo de carroñeo más avanzado, que llegó literalmente hasta el tuétano, sino también, la caza de grandes animales así como el aprovechamiento de los recursos marinos y fluviales; desarrollándose igualmente, las técnicas de conservación de alimentos principalmente con ahumado.

Otro importante recurso que se implementa es la recolección sistemática de vegetales y su almacenamiento, lo cual denota la selección de especies vegetales y posterior cultivo que conduciría a la sedentarización, domesticación animal y producción de alimentos por parte de algunos grupos de nuestro antecesor homo sapiens.*

Vemos entonces, como la alimentación, fue adquiriendo (durante mucho tiempo) una mayor importancia que el hecho de ser nuestra principal manera de supervivencia, pues el desarrollo de herramientas y la cohesión social son parte de las formas como conseguíamos los alimentos y lo que nos ha proporcionado una evolución técnica, cultural y social.

En la actualidad, nuestra alimentación (en gran parte del mundo), es algo que damos por supuesto ya que hemos dominado ampliamente la manera de alimentarnos facilitando no solo su consecución sino también su elaboración, ahora no es cada uno quien sale a buscar su comida a expensas de su suerte, sino que ésta llega a nosotros a través de la cadena agroalimentaria.

Sin ánimo de menospreciar el desarrollo del ser humano en el campo de la alimentación, es importante revisar nuestro pasado evolutivo; entonces, nuestros antecesores tenían una vida mucho más activa y por tanto energéticamente costosa, (realizaban grandes caminatas en busca de alimento, recolectaban, cazaban, pescaban fabricaban y cargaban sus herramientas) la cual hoy no lo es tanto debido a la optimización de la alimentación que conocemos; dicho desarrollo ha sido mucho más rápido que el de nuestro organismo y fisiología, que si bien es cierto ha evolucionado y tiene la capacidad de adaptarse a al entorno alimentario, aún conserva un metabolismo (Transformación de macro y micronutrientes, mecanismos de regulación del apetito, sistemas de almacenamiento), que no es otro que el de supervivencia, ya que nos permite mantenernos en pie en momentos de escases y que se incrementa en momentos de abundancia, para acumular reservas en caso de una próxima precariedad.

Así pues, nos encontramos ahora, frente a una paradoja evolutiva, pues la alimentación que antes nos ha ayudado a evolucionar, en la actualidad, no solo nos lleva a la enfermedad, ya que proporcionamos un aporte calórico incrementado que no se corresponde con nuestro ritmo de vida y por tanto con nuestras necesidades energéticas; sino que además se encuentra en peligro de ser esa razón cultural de reunión social, bien por el poco tiempo dedicado a esta, por que se realiza de manera automática, por no conocer cómo elegir correctamente los alimentos, realizar el acto de comer al mismo tiempo que otras actividades o simplemente pasar largas horas sin comer.

En conclusión, conservamos instintos primitivos en nuestra interacción con los alimentos, la diferencia es que ahora  tenemos los últimos  a libre disposición,  hemos creado algunos altamente energéticos (bollería industrial)  y nos hemos olvidado de los más beneficiosos (frutas y verduras); una verdadera trampa; pues el instinto de almacenamiento nos lleva a comer sin control, lo que mezclado a la inactividad, inevitablemente devendrá en obesidad y enfermedades asociadas, con lo cual, ya conociendo nuestra evolución alimentaria podemos inferir que más vale una alimentación equilibrada (comer un poco de todo respetando las frecuencias de consumo) siempre ligada a una vida físicamente activa para mantener la salud.


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*Appenzeller T, Clery D, Culotta F. Archaeology: transitions in prehistory. Science 1998;282:1441-58

miércoles, 23 de enero de 2013

Bienvenida

Quiero dar una bienvenida a todos cuantos visitéis mi nuevo blog, soy Dietista-Nutricionista diplomada en la Universidad de Barcelona, también soy cocinera y me considero gastrónoma antes incluso de obtener cualquier título, desde siempre, en mi más viva esencia, porque me encanta todo cuanto rodea el acto de alimentarse, desde el punto de vista histórico, antropológico, social, cultural, etnográfico, gastronómico, bromatológico, bioquímico, nutricional, fisiológico, deportivo, (podría seguir pero sería redundar más). Deseo que sean vuestras necesidades de aprendizaje las que encaminen el curso de éste espacio, mientras tanto, lo iré encausando por el punto de vista educacional, tarea fundamental de todo nutricionista,  igualmente os encontraréis con alguna entrada producto de un capricho propio, eso sí, siempre en relación con la alimentación y con el objetivo de reeducar los hábitos alimentarios para mejorar la salud y el estilo de vida. 

domingo, 20 de enero de 2013

Daytta


Etimológicamente la palabra <dieta> proviene del griego Dayta, que significa ‘régimen de vida’, también se acepta ‘régimen alimenticio’, refiriéndose a los grupos de alimentos y cantidades o mezclas que se consumen habitualmente. Comúnmente es utilizado para designar las variaciones en la alimentación de personas que se encuentran en situaciones de necesidades especiales en las que se busca restablecer su salud.